Las ballenas

autor:  Ana Rico
5.0/5 | 1


El mundo se había dormido, al menos eso contaban las estrellas.
El mar daba rugidos mientras cambiaba la marea.
Y en la arena, la luna se bañaba en los pasos minúsculos de unas huellas.
Pasó la noche, y al despertar el día ...

Entre las rocas del acantilado, centenares de pies hacia la derecha,
tocaban los tantanes de humo a guerra,
siempre a guerra.

Un llanto de ballenas inundaba los mares del norte de sangre
la superficie de cristal, aterciopelada, dejó de fracturar la luz del sol,
y espesa se extendía como un manto de dolor, cesaron los cantos
de cetáceos y la mar fría, ahora tan gélida,
casi congelada,
contemplaba atónita la carnicería.



 
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