Sorprendido en una calle de Pompeya

autor:  Aquiles Julián
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Sorprendido en una calle de Pompeya
comiendo o dedicado al dulce cotilleo
de camino a la casa o de regreso de ella
ejerciendo el pregón o buscando qué robar
enamorado o ciego o despechado
indignado por el último edicto del César
pensando seriamente embarcar a otro lado:
tal vez a Hispania o la dulce costa del África
que guarda
innúmeros tesoros
haciendo el amor los encontró
o peleándose
durmiendo la hartura o penando
Por un trozo de pan
en las ergástulas húmedas y oscuras
o en la plaza
En algún sitio estabas
cuando fuego del cielo te ardió y la ceniza
dejó a la posteridad tu crispación y tu sorpresa.



 
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