ALBERTO CAEIRO TENÍA RAZÓN

author: Virgilio Cara
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Que las cosas sencillas se repitan a diario,
que nos cansemos de ellas o, a veces nos parezcan
mezquinas, aburridas o insensibles
no es algo que del todo sea cierto.
Porque no son las cosas,
ni son los árboles, ni son los pájaros,
los que viven cautivos del recuerdo
o atados todavía a la conciencia.
No hay viento con memoria que decida
hacia donde soplar, ni nube o río
o cordillera intacta, cuya presencia sea
reflejo de otro día.
Nosotros, sin embargo,
creados a su imagen por los dioses,
hemos trazado líneas que separan
una vida real de otra fingida.
Y, puntuales, en ellas nos quedamos,
en su juego de espejos,
para asistir al rito, sobre la superficie,
sin descender jamás a lo desconocido.



 
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