Mañana, el camino a casa...

0.0/5 | 0


También lo veo, también tengo miedo,
el abismo esta ahí,
pero qué puedo hacer,
estas ahí amigo moribundo,
y debo ayudarte.
No te pongas sarcástico
que yo también estoy borracho,
no me digas que conoces más
a tus treinta y tantos casi cuarenta mal vividos,
no quiero escuchar de nuevo la historia
de cuando te robaste unos caballos cuando eras niño
que corriste por la pampa con un miedo indescriptible
con una libertad que no podrías volver a sentir
que estuviste preso, que fuiste prisionero de tu pasión
y que no te arrepientes.
Yo sé que aprecias a esas bestias
más que a la última mujer de tu vida que te entregó
la casualidad del destino de unas pocas monedas en los bolsillos,
no me digas nada
cállate pendejo,
cállate esta vez...
Que no ves que estamos solos de nuevo,
que tenemos que salir a festejar a la calle
el hecho de nuestras vidas
a ver si en el espejo de algún bar
vemos reflejados nuestros rostros
cansados de reír por nada
y nos cae por fin la vergüenza,
y nos viene por fin el amor por los hijos
que han fallecido y que recordamos
con los signos del final de la historia,
de esa historia que repites y que niegas
hasta que te da por patear los postes de teléfono
y por maldecir a la virgen,
a la santísima virgen que proteges
como si ella viera cada paso que das
y cada lágrima que contienes en la imaginación
delirante del llanto.
También lo veo, también tengo miedo,
pero qué voy a hacer,
qué quieres que haga...
Feliz cumpleaños, éso es lo que debo decirte,
yo sé que otro lo habría dicho con una voz más limpia,
pero como siempre recuerdas:
Para bien o para mal, si nos hicimos amigos
no fue por nada...



 
COMMENTS